Muchas veces no se logran nuestros deseos de llevar una vida abundante y plena en éxitos en lo que emprendemos, por nuestra misma incredulidad que se convierte en un gran obstáculo que impide lograr nuestras metas en todo lo que deseamos, y es allí cuando tenemos que decidir si continuamos en esa mediocridad o intentamos cosas aún más allá de lo imaginado. Dice en éxodo 19;18:Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
A través de este relato que tenemos para nuestra reflexión en este día, vemos a un hombre que estaba en sus comienzos como siendo probado en su fe para cosas que nunca había sucedido en ese desierto, y tuvo que enfrentar su propia incredulidad aun desafiando las leyes naturales que son las que controlan a la mayoría de personas que no creen en grande, y eso fue oportunidad para que el nombre de Dios fuera puesto muy en alto aun en medio de circunstancias que parecen inamovibles. Esta persona reconoció que era el mismo Creador quien lo estaba llamando desde ese monte para que escalara a la cima más alta del mismo, y eso es el más grande impedimento que desanima a las multitudes que solo ven con sus ojos físicos pero no con los de la fe para subir muy alto y estar al lado de los ganadores, y luego dicen que el éxito es para unos pocos elegidos y hasta reniegan de su Creador al decir que tiene preferidos para que sean triunfadores y multimillonarios en cualquier parte del mundo.
Este pasaje nos dice que el monte humeaba, lo que significa que estaba pasando por fuego que no todos querrían subir hasta el por qué serían quemados con fuego, y esa es la diferencia entre un ganador y un perdedor que prefiere que las cosas le lleguen fácil o como por arte de magia que solo existe en los cuentos y no en la realidad, y quien así actúa es porque carece de fe para cosas grandes y jamás podrá ser un líder ejemplar para las multitudes que ponen su confianza en ellos. Para una persona que ha decidido no creer en Dios y el todo lo que son sus promesas bíblicas que nunca fallan, es casi imposible que vea a Dios descender a lo más bajo de su aparentes desgracias o fracasos como usted los llama, para mostrarle que es allí cuando él quiere probar su fe induciendole a que le permita hacer las cosas a su manera y en el tiempo que ha determinado, pues aunque a usted no le guste porque en su carnalidad desea que las cosas sucedan ya o como las desea, su tiempo es exacto y así podrá ver que es lo mejor para que salga siempre adelante victorioso en todo lo que son su sueños de grandeza.
En usted está el poder ilimitado para estar allí en medio de las aflicciones y paseándose junto a Dios que también ha bajado a su propio nivel para fortalecerlo en medio de sus debilidades o temores, pues en esos instantes de desesperación es cuando su poder se manifiesta para hacernos grandes y multimillonarios como lo merecemos,pues a nadie ha creado para que viva en la ruina y pobreza más tremenda. Toda persona que desee ser un poderoso conquistador de riquezas o lo que sean sus metas para poner en alto a Nuestro Dios, es porque ya ha sido investido de esa naturaleza Divina pero está escondida o oculta por su poseedor que si no hace nada para que sucedan cosas sobrenaturales para los que está puesto en este mundo, nadie lo podrá hacer porque son sueños suyos y de nadie más.
Tiene que avanzar sin temor aunque esa montaña se estremezca por el poder que expele para asustarle y así verlo desistir de esos deseos de cambiar su vida y lograr su independencia económica que por muchos años ha deseado, pues es allí que tiene que ordenar que ese monte se quite de su camino lanzándolo a lo profundo del mar para siempre, y si tiene que traer el mismo cielo a esta tierra con su grande e intrépida audacia lograra que ahora todo tiemble a su alrededor porque desde el comienzo se le ha dado el poder para enseñorearse de todas las cosas. Si desea ser un poderoso multimillonario y obtener lo que multitudes desean para cambiar este mundo con grandes bendiciones para que sea mejor, tiene que actuar y será exitoso en una forma tan arrolladora que hasta usted mismo se asombrará al ver que cuando se intentan las cosas por muy difíciles que aparenten se vuelven como nada y vendrán a ser prosperidad y abundancia monetaria y en todo lo que sean sus metas, porque el fracaso no existe para quien piensa en grande sino para lo apocados que desde ya están fracasados por solo ver los imposibles y no las grandes bendiciones que le traerán al dar ese paso más hacia la cumbre más elevada.
¡Dios dijo que nada le sería imposible a quien le cree a sus grandes promesas
de ser vencedor y famoso que al fin logra su libertad financiera, entonces el
fracaso si lo hubiera sería por su propio temor a lo desconocido o al qué dirán
sus amigotes del montón que no desean que los deja atrás, sino que siga siendo parte
de ellos revolcándose en su ruina y pobreza que tienen como un falso confort!¡Por
el pasaje leído ha visto que Dios está con usted allí en medio de ese fuego que
aparenta ser un desierto abrasador o un laberinto sin salida para que fracase
en sus intentos de ser triunfador en todo, pero es en ese momento que debe
poner en acción su fe en aquel que
lo llamado para que sea un vencedor en todo lo que por muchos años ha soñado, y
nunca ha logrado sus metas porque prefiere renunciar ante aparentes desgracias
que se le presentan en ese camino al éxito ilimitado que le espera como se lo
merece! Luis
Alberto Giraldo C . lgiraldocortes@gmail.com
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